(Escuché/leí este poema y se me puso la piel de gallina y me salió esto, como dice Neruda, vino a buscarme)
Cuando faltan las palabras
y el vacío se instala ahí,
ahí, entre el vientre y la boca.
Cuando las calles, de repente, tienen sabor. Calles saladas, tristes, amargas, anónimas.
Y no me gusta pasar por las calles que saben a soledad. Las evito, las esquivo, las rodeo. Intento saltarlas e ignorarlas.
Cuando tu noción de belleza cambia, y se instala
ahí,
ahí entre el vientre y la boca.
Cuando la belleza tiene vida, vida propia y la sigues y te lanza y te sacude y te voltea y te niega y te olvida y la persigues…
Y te encaras a ella y sientes ese vacío
ahí,
ahí entre el vientre y la boca.
porque faltan tantas palabras…