miércoles, 29 de diciembre de 2010

Final de año… 1,2,3 …¡YA!

 

Ala corred, corred, ¡Que ya se va! ¡Que quiero que se vaya! ¡Corred! ¡Corred!.

No puedo evaluar este año porque sin duda, pudo haber sido muchisísisisisisiimo peor, y desde luego infinitamente mejor por eso y por el tema de empoderar al personal que nunca está de más voy a dar las gracias a todas las personas que durante este año han estado, cada una a su manera:

La primera: A mi madre, de la que no hablo mucho porque tenemos una relación un poco complicada. Pero es una valiente, una luchadora nata con una paciencia infinita y que se ha tragado muchas cosas, (que sé que se las traga porque la conozco desde que tengo uso de razón), ella sola. Porque mientras mi padre estaba en la Uci ella se dedicó a limpiar la casa de arriba a abajo porque es su manera de no pensar y de relajarse, cosa que a mí me enervaba mucho…

Mis amigos y amigas de El entrego (vosotr@s ya sabéis quiénes sois): Porque me hicisteis entender que lo que hacía mi madre era su manera personal de desahogarse y me pedisteis que la dejara tranquila, a su manera. Y por estar ahí, llevarme a dar una vuelta, a contarme vuestras aventuras para distraerme y hacerme reír a pesar de todo.

Mi hermana Minerva: Porque somos totalmente diferentes en la manera de ver y de vivir la vida y a pesar de todo, somos capaces de pillarnos una buena jartada a reír por las cosas más tontas mientras todo el mundo se nos queda mirando con cara de “Están locas”.

A mi familia caleyera: Estáis ahí todos los días, absolutamente todos. Con vuestros abrazos, las bromas, las risas... Las historias de zombis, los bailes gogoteros, vuestros intentos de liarme con chicas “raras” (por decirlo de alguna manera), las tartas de la Caleya, las carreras en los días de mucha gente en el bar, las charlas cuando no hay tanta gente, vuestro compañerismo, que para mí es un ejemplo…y tantas cosas que no voy a seguir porque sino voy a ocupar todo el post y no acabaría en la vida. ¡Os quiero mucho panchas!

La familia caleyera “del otro lao”: Tod@s los clientes y clientas que están ahí, que entran con una sonrisa, que nos preguntan que qué tal estamos. Que se ríen con nuestras tonterías, que tienen una paciencia infinita…

A mi familia Xeguina: Un colectivo entero que se volcó este año conmigo y que entienden que esta temporada no puedo estar al cien por cien en mi militancia.

A Elena: Compañera de facultad con la que comparto frikadas, discusiones filosóficas que no sé por qué pero siempre acaban en risas y en devaneos extraños. Una de las pocas personas con las que puedo estar sin necesidad de llenar el aire con palabras, con la que puedo “estar”simplemente, fumando, sin hacer nada más, hasta que nos miramos y nos echamos a reír sin saber por qué.

A Cris: Que desde Mallorca me pega meneos para que me espabile. Me llena la cabeza de información, de sus amoríos, que me transmite su buen rollo y su buen hacer en todas las facetas de la vida. Eres un ejemplo Cris y ¡mira que eres joven tía!

A Su y a Vero: que están ahí, da igual el tiempo que tardemos en vernos. Me dan raciones ilimitadas de achuchones y mimos mientras intentamos entender la vida…

A Cris y Nuria: Porque me enseñan que el tiempo hace grandes amistades,y que un sofá puede llenarse de historias y risas ( aiii como me gusta vuestro sofá tías¡¡¡)

A Soraya: Porque a pesar de todo,  la seguiré queriendo mucho. Y ha sido uno de los grandes apoyos de mi vida.

A esta familia bloguera que encontré cuando en realidad yo quería hablar de ciencia ficción y de fantasía en mi blog, y os espío y os leo y absorbo y paladeo vuestras palabras y me río y a veces, también lloro con vosotras.

A Rosana, porque me gusta mucho y sus letras me encantan…

Y para finalizar, a mi padre porque decidió quedarse para seguir luchando y disfrutando de la vida…

 

¡GRACIAS A TOD@S Y FELIZ AÑU!

sábado, 25 de diciembre de 2010

¡Feliz Navidad!

Estoy en Macondo, sentada en el salón delante del ordenador de mi padre, mientras él hace un sudoku, mi hermana busca algo interesante en la tele para ver y mi madre echa la siesta. Acabo de escuchar el post de Marcela, (sin poder reprimir una sonrisa ante los comentarios que le hacéis todas sobre lo "seria" que se pone).
Anoche tocó jartada de comida, como todos los años, y fue la primera Nochebuena de mi primita Miranda que tiene ocho meses, dos dientes, una pequeña pancita como la mía, unos ojazos azules impresionantes, y unas ganas de marcha que hizo que estuviera despierta casi hasta las dos de la mañana con nosotros, haciéndonos fiestas hasta el final.
Éstas son mis Navidades familiares, comida y más comida, tranquilidad y darle la bienvenida a las pequeñas personitas que de vez en cuando llegan para revolucionar a los adultos.
Ésta es mi Navidad, que es como las de otros años, pero con cambios sutiles, pequeños grandes cambios que permiten que, aunque sea como todas las anteriores, siempre sea diferente.

¡Feliz Navidad!

sábado, 11 de diciembre de 2010

2ª Parte. Caleyas´Death. Las bollos, el zombie y los “nomechisques”.

Pues si os gustó la 1ª parte ésta que es la segunda y última tendréis que agarraros las cachas¡¡¡¡ ah y Cris es tan madre de este relato como yo¡¡¡ “no te dejé participar” simplemente te dije: y si escribimos un relato ambientado en La Caleya? y empezaste ya a recrear un Apocalipsis Zombi con todas las de la ley, somos coautoras maja¡¡¡¡

 

Ester marcó el número de teléfono.

  • Está comunicando.

  • Pues aquí no se va a quedar. Lo sacaremos a la calle y volveremos a llamar.

Entre todas empujaron el cuerpo hacia la entrada y lo arrastraron hacia la derecha.

  • Me da cosa dejarlo aquí...- Criscoci no llegó a terminar la frase, un grupo de personas inundaban la calle y comenzaron a correr en dirección a la sidrería corriendo y gritando.

  • ¡Para adentro, rápido! .- Yosu y Vane subieron al almacén y asomaron la cabezas entre los barrotes.

  • ¡Mira! La policía está disparando.

    Desde la otra dirección una barrera de policías disparaban rifles, directamente a la cabeza. Muchos cayeron y los policías se dispersaron por las esquinas.

    Las chicas volvieron abajo.

  • ¿Y si aprovechamos ahora que están los policías para salir? Nos podrían cubrir.

  • ¿Tú sabes si las personas a las que les están disparando están infectadas?.

  • No, pero por si acaso me metí corriendo.

  • Pues eso mismo piensan los policías y dispararán y luego, si acaso, preguntarán.

    La noche transcurrió entre preocupaciones por los familiares, cada cuarto de hora, un móvil sonaba.

    Los disparos seguían sonando y la televisión seguía retransmitiendo imágenes estremecedoras de personas caídas y ensangrentadas.

    Las chicas se sirvieron cafés y zumos, los ánimos no estaban para más. Los comunicados anunciaban que el ejército se había unido a las labores de la policía y de las ambulancias.

  • Me parece que vamos a tener que dormir aquí-

  • Haremos turnos de vigilancia, por si alguien intenta entrar.

  • Podemos dormir arriba que es más seguro.

  • Vale pues los turnos son...- La Jefina distribuyó los horarios de vigilancia. Y fueron al comedor a dormir. Aunque apenas pegaron ojo. A la mañana siguiente, Sandra y Anina asomaron la cabeza por la ventana del almacén. Varias personas caminaban por la calle, despacio, dejando regueros de sangre.

  • Tía, esto se complica.

  • ¿Te das cuenta de que ya no se oyen sirenas de policía?

La tele había enmudecido, en ningún canal se emitía, sólo aparecía la imagen de la carta de ajuste.

  • ¿Y ahora qué hacemos?.- Galle fumaba parsimoniosamente, mientras Noe, Criscoci y Ester trasteaban en la cocina.

    Las demás, sentadas en las mesas se levantaron de repente, Cris bajó corriendo las escaleras.

  • Hay la hostia de gente delante de la puerta ¡Qué fuerte!.-

  • Pues no se oye nada.

    Subieron las escaleras y miraron por la ventana del almacén.

  • Ej queee ¡Ay que joderse!- Exclamó Sandra, con su deje madrileño.

    Al escuchar el ruido que hicieron en el almacén varios rostros alzaron su mirada y al verlas comenzaron a gemir y a extender sus manos hacia la ventana del primer piso.

  • ¿Qué hacemos para que se vayan?.

  • Podríamos hacer cócteles molotov.

  • Pero si no pueden entrar, las persianas están cerradas con llave. - La Jefina fumaba nerviosa.

  • Yo creo- dijo Galle, que para algo era la más previsora y metódica.- Que tendríamos que tener algo para defendernos, después de lo de Renaldo si entran no podremos con todos, habrá demasiados, y nosotras somos diez. Los cócteles estarían bien, hay bastante bebida.

    La Jefina asintió.

  • Vale, pero la bebida cara la dejamos para el final.

  • Y dale con la bebida cara¡ ¡Jefina, que los de ahí fuera nos quieren comer!.-

  • Bueno vamos a prepararlos.

    Cris hizo una pregunta.

  • ¿Y con la sidra también se pueden hacer cócteles de esos?-

  • Noooo- dijo Vane.- que mañana hay una mesa de veinte y queda poca sidra en el almacén, no podemos gastarla en eso, si seguro que llegan los militares y se hacen cargo de la situación y meten a esos zombis o lo que sean en la cárcel y además tiene muy poca graduación no explotarían

    Todas la miraron con cara de querer decirle que a lo mejor los militares no llegaban, pero todas se contuvieron.

    Mientras varias cogían trapos de la cocina y los deshilachaban, Yosu y Cris trataban de recordar todas las pelis de zombis que habían visto para poder frenar el posible ataque de los infectados. Al unísono miraron los “nomechisques” y se miraron entre ellas:

  • Tía, podíamos hacer con ellos una especie de trampa y atarlos con cuerdas desde arriba para luego derribar a varios ¿no?- dijo Yosu.

  • -¡De puta madre, que me acuerdo de Predator y al Chuarcheneguer le funcionaba!- Cris se empezaba a emocionar con la idea.

    Acto seguido comenzaron a prepararlos como si lo hubieran hecho toda la vida. Subieron al comedor, los engancharon y se metieron al almacén para sacar las neveras y dejar espacio para poder dormir allí por la noche, era el sitio más seguro de la sidrería.

    Abajo decidieron parapetar la puerta y las ventanas con todo lo que hubiera a mano: el nuevo mueble que la Jefina había montado, las mesas y sillas, la puñetera máquina de tabaco que no había manera de mover y la tragaperras.

    Cuando ya tenían todo colocado respiraron hondo, sintieron un gran cansancio y decidieron comer algo para reponer fuerzas.

    De repente se escucha un ruido repetitivo y todas miran dentro de la barra, era Cris intentando abrir una botella de sidra, lo cual siempre era un problema para ella. Todas se la quedaron mirando atónitas, hasta que Yosu se levantó sin decir nada y abrió la botella a la primera.

  • Joder, la mierda ésta hay que cambiarla- replicó Cris.

Comieron y bebieron como si el mundo se acabara, para no variar. No necesitaban un apocalipsis zombi para hacerlo. Ester se levantó y sacó la Tarta de la Abuela, Yosu y Cris comenzaron a salibar y a emitir gruñidos como lobas en celo.

-Sólo queda ésto y no pienso ponerme a hacer otra- replicó Ester.

Yosu y Cris miraron a Noe con cara de pena, y ella sonrió.

    • Bueno..., luego hago otra.

    • ¡No son tus hijas! ¡Que coman de lo que hay!- Increpó la Jefina.

    • Bueno anda, si vamos a morir igual, mejor felices...- replicó Noe-. ¡No, aquí no va a morir nadie! ¡Claaaaaaaro!¡Prubitinas mías!

      Ester seguía con la tarta en la mano sin saber si posarla o no en la mesa.

Aquella gente seguía arremolinándose delante de la sidrería. Cada vez eran más zombis, más pálidos, con las bocas desencajadas, sucios y ensangrentados. Sus miradas eran vidriosas como si hubieran salido de un fumadero de crac. Ahora empezaban a golpear las persianas y a gemir con más intensidad como si hubieran olido la tarta.

La persiana de la puerta estaba empezando a ceder y se levantaron corriendo para coger los cócteles molotov, mientras, Noe y Vane recogían la mesa a toda prisa. Rápidamente cogieron las mesas del comedor y las pusieron al principio de la escalera para que los zombis no pudieran subir. Cuando Galle organizó todas las botellas perfectamente alineadas arriba. Tomaron posiciones a lo largo de la balconada por orden de estatura, es decir: Galle, la Jefina, Cris, Conchi, Criscoci, Vane, Ester, Noe, Sandra, Anina y Yosu.

De la fuerza de las embestidas zombis, todas las persianas acabaron por ceder y comenzaron a romper los cristales de las ventanas. Las Caleyeras ya estaban con las botellas y los mecheros preparados arriba. Las mesas y las sillas comenzaron a moverse y poco a poco fueron cayendo.

Ya estaban dentro.

La Jefina ordenó encender los primeros cócteles.

-¡En cuanto asomen la cabeza los lanzamos!-.

Noe estalló en una carcajada nerviosa y Cris comenzó a gritar como una posesa

-Se van a comer la tarta que queda ¡Que hijos de puta!- y lanzó el cóctel que tenía en su mano de la rabia que le dio. Justo en ese mismo momento una cabeza asomaba por las escaleras y le dio de lleno. El zombi se encendió más que la Jefina cuando ve el almacén desordenado. Tras él comenzaron a subir más y todas lanzaron sus botellas. El humo empezaba a cegarlas. Sandra y Anina soltaron las cuerdas y los “nomechisques” se llevaron por delante a la primer horda de zombis. Noe sujetó el hacha en alto y Ester y Cris comenzaron a sacudir los cuchillos de cocina al más puro estilo Kill Bill, Machete o cualquier película del estilo, pero la horda de zombis era incontenible. Sandra y Criscoci se metieron en el baño (y como seguro que no se aburren no hablaremos más de ellas...¡Cochinas!). Las demás fueron reculando hasta el almacén mientras tiraban los últimos cócteles.

El olor a carne chamuscada y vísceras era insoportable, cabezas y miembros degollados estaban suspendidas en el aire al más puro estilo Matrix mientras Ester y Noe seguían con sus cuchillos justicieros como si fuera un sábado por la noche y todas las mesas hubieran pedido carne a la piedra.

- ¡Agg! ¡qué asco! Ya verás para limpiar todo esto,¡ Noe!- Gritó Conchi en pleno apogeo sangriento.

Mientras, la Jefina y Galle se cubrían mutuamente las espaldas y Vane, Yosu y Cris comenzaron un baile gogotero con sus palos de escoba. Así estuvieron un buen rato hasta que la sangre y los cuerpos cercenados no las dejaban apenas mantener el equilibrio. Al grito de “Al almacén” todas corrieron y cerraron la puerta. Cuando ya estaban dentro se dieron cuenta de que Vane y Anina no habían entrado. “Abrid cabronas” chilló Anina desde fuera. Abrieron la puerta y sólo entró ella. Vane, con su agilidad felina, había saltado desde la balconada hasta el barril y de ahí hasta engancharse a las rejas de la ventana. El instinto de supervivencia hizo que una fuerza descomunal se apoderara de ella y logró arrancar la reja.

Fuera todo era caos, casi todos eran ya zombis menos unos pocos que ensangrentados corrían a ninguna parte intentando sobrevivir. Algunos chillidos se oían a lo lejos pero una extraña calma flotaba en la zona. Vane salió y apoyándose en los cables que recorrían la pared logró pasar por toda la fachada hasta la ventana del almacén. Allí se encontró al resto de Caleyeras apoyadas contra la puerta intentando aguantar las embestidas. Antes no se habían dado cuenta de una cosa, había algo en la risa nerviosa de Noe que hacía retroceder a los zombis, pero ahora que ella no podía parar de reír, los bandazos empezaban a remitir.

-Ay que joderse, al final tu risa nos va a sacar de ésta.- dijo Galle mirando a Noe.

Cuando los golpes en la puerta habían cesado se atrevieron a abrirla, con Noe de avanzadilla salieron en fila india lentamente. Los zombis retrocedían ante aquellos JA JA JA estruendosos, y así consiguieron llegar a la puerta y allí se encontraron con Marcela, que con sus movimientos raros, había pasado inadvertida entre las oleadas de zombis que seguían llegando atraídos por los ruidos que provenían de aquella pequeña y acogedora sidrería familiar.

  • Vamos, al final de la calle nos esperan Hastalospelos y LatuMari con una furgoneta en marcha. Vaya la que tenéis aquí liada, majas.

    Consiguieron llegar, rodeadas de zombis que se morían por hincarles el diente pero no se atrevían debido al estruendo de la risa de Noe y por los cuchillos que aún blandían contra los que más se acercaban. En la furgoneta Hastalospelos y LatuMari se besaban apasionadamente ajenas al exterior hasta que Marcela abrió la puerta de atrás dijeron un “holaaaaa” y encendieron el motor. Hastalospelos, que iba de copiloto dijo:

  • ¡Arranca corriendito, corriendito que nos comen!.-

    LatuMari no se hizo de rogar y derrapando se llevó por delante a unos cuantos zombis. Noe seguía riéndose, mientras las demás buscaban desesperadamente un cigarrillo que llevarse a la boca. LatuMari accionó a la Tontona y buscó la ruta más corta hacia el puerto. Pero Cris comenzó a gritar.

  • ¡Tenemos que ir a la Cuestión a buscar a TiaIsi que se quedó allí celebrando el cumpleaños de Leti con Adriana, Jo y Falo!.-

  • Pero tía, si llevamos cuatro días encerradas en la Caleya¡¡ se habrán ido ya¡¡¡

  • Parece mentira que no los conozcáis, vamos que seguro que todavía están allí.

    LatuMari programó la tontona de nuevo.

  • ¡Mari, ese cacharro tiene en cuenta las direcciones prohibidas, así no llegamos!¡ no hace falta que te pares en los semáforos! ¡ataja Mari!¡Ataja!

  • ¡Ayyyyy!¡no me grites jolines!! - El ceño fruncido de LatuMari hizo que la Jefina suavizara el tono de voz pero siguió dándole indicaciones.

    La furgoneta se llenó de humo, todas, menos Ester que tosía sin atreverse a protestar, fumaban como posesas.

Con un derrape, la furgoneta se paró delante de La Cuestión, las luces estaban apagadas, pero había ruido dentro. Cris salió corriendo y volvió con Adriana, Leti, Falo, Jo y TíaIsi, con un colocón de cuatro días.

  • ¿Veis como todavía estaban aquí?-

    La Jefina miró a Adriana.

  • ¿Cómo podéis estar borrachos con lo que está pasando?

  • Meca.¿Qué pasó? Cerramos hace cuatro días, creo. Vino la policía que teníamos que bajar la música y nada, seguimos celebrando el cumpleaños de Leti.

    TiaIsi abrazó con una sonrisa de oreja a oreja a Crisis.

  • ¿Follamos, amor?

  • Que si follamos... ¿sabes por lo que acabamos de pasar?

  • Pues no, dame un besín.

  • ¡Que está todo Gijón lleno de zombis y vosotros de farra!

  • ¿De zombis? ¡ A ver si dejas de ver tantas pelis fantásticas!

    Pero lo que vieron a través de los cristales los convencieron. Consiguieron llegar al puerto y subieron a bordo de un flamante yate. .Allí los esperaban con gintonics y música heavy Eva, la heredera, Kati, Dani, Iván y Arcadio, los cuales se pusieron a prepararles copas para las Caleyeras.

  • Subid rápido que este yate tiene de todo, máquina de hielo, cubitera, alcohol como para una boda, una barbacoa...

    Los zombis se quedaron con las ganas de morderles en la orilla y ellas se abrazaban y gritaban.

  • ¿y a dónde vamos?.-

  • Pues... no sé si esto ocurrirá en todo el mundo, habrá que recorrerlo.

    Vane rebuscó en los pantalones.

  • ¿Quién tiene un cigarrillo?

    Todas rebuscaron.

Y la Jefina comenzó a gritar.

  • ¡No puede ser!¡no doy crédito! ¡Da la vuelta Mari! ¡que nos dejamos el tabaco en la furgoneta!!

CONTINUARÁ...

    sábado, 27 de noviembre de 2010

    Caleyeras por el mundo

    CSC_0291

    Ahí estamos¡¡¡ Con Cris de anfitriona en Palma de Mallorca¡¡¡ Un buen resumen de las vacaciones sería:patear y patear, risas, muchísimas risas, culturilla y fotos, muchísimas fotos¡¡¡¡

    DSC_0186 Aquí empezó todo, en el aeropuerto, dos bollos muy bollos jajjaajaj.

     

    DSC_0214 Cogimos un tren antiguo y un tranvía que nos llevaron por la Tramontana hasta un puerto de mar….

     

    DSC_0195 Ésta es una parte de la Tramontana

     

    .DSC_0283 Iba a quedarme a hacer la mili pero no daba la talla…

     

    DSC_0351 Historia y cultura…DSC_0375

    DSC_0356 DSC_0355 ups'¡¡¡¡ jjaja esto también es arte eh???? En el museo de Arte Contemporáneo de Palma¡¡¡

    Luego escapada a Madrid y aquí acaba esta aventura de cómo la chica caleyera más hiperactiva se fue de vacaciones con la tía más pancha¡¡¡¡¡ no nos matamos ni ná¡¡¡¡ se nos pegó un poco a cada una, lo de la otra (pero solo un poco, no vayáis a pensar¡¡)

    jueves, 11 de noviembre de 2010

    Que tengo que escribir más…

    Hoy Vane me riñó,  me dijo que tenía el blog abandonado, ahora que ella cogía carrerilla y escribe casi todos los días.  La verdad es que sí que lo tengo un poco abandonado, primero porque aún no tengo internet en casa y los posts me suelen salir mientras recojo, como, o me ducho… me quedo parada, de repente me llega una idea y voy al ordenador a darle forma de post, pero sin internet no me sale…

    En segundo lugar… porque estoy un poco seca de ideas, menos el proyecto con Heidi Metal, no encuentro nada interesante sobre lo que hablar. Pienso mucho en lo que me ha pasado esta última temporada, en el adiós que le dije a una de las personas más importantes de mi vida. Un adiós que no escogí. Un adiós que aún no acabo de creerme y sigo pensando que, cuando llegue a casa, me la encontraré, haciendo sus cosas, riéndose con un vídeo del youtube, con un rictus de enfado por no acordarme de hacer la compra, o durmiendo, enroscada en la cama,  y me acerco suavemente y le doy un beso en la frente y ella me mira, susurra un algo que no entiendo y sigue durmiendo tranquila…sigo pensando en estas cosas, en los besos que ya se acabaron, en la miradas que ya no se cruzarán cómplices, en los domingos en el rastro, en las sesiones de cine, en el que yo la invitaba a palomitas. En los paseos cogidas de la mano, en los sustos cuando me daba un beso en la calle y pasaba alguien que conocía y se ponía colorada y decía que no, que no se iba a esconder y entonces me cogía me abrazaba y me besaba…un beso hasta el alma… o cuando yo remoloneaba en la cama y ella se iba a la ducha y en el entresueño la oía tararear al compás de la radio…

     

    o cuando llegaba con una camiseta para mí, con algún mensaje friki y la reñía, pero con una sonrisa en la cara porque la camiseta me encantaba, por gastarse el dinero en cosas que no necesitábamos o simplemente nos sentábamos en el sofá cogidas de las manos, mirando la tele…en algún momento perdí todo eso y no me di cuenta y no hago más que darle vueltas…

    Y en tercer lugar, no escribo porque no me apetece, porque necesito recogerme un poco, enroscarme en otro sofá, no compartido con nadie, enroscarme en una casa que no comparto, ni quiero, de momento, compartir con nadie, viendo mis pelis frikis, recuperando una parte de mi vida que hasta ahora había compartido y que tengo que “resetear”, porque Soraya es la única novia que he tenido, la única chica con la que he compartido mi vida de esta manera. Y antes sabía cómo hacerlo todo sola pero ya se me había olvidado y  tengo que volver a reencontrar esa parte de mí que aprendí a compartir y a disfrutar con ella. Porque no os hacéis una idea de todo lo que aprendí junto a ella, lo que me enseñó de la vida. Las veces que me sorprendió con su manera de hacer las cosas, de apoyarme, de estar cuando lo necesitaba, de disfrutar de las cosas juntas, de respetar mis momentos y mis espacios, de que se ría con las cosas que le cuento, de que me mire con cara de “te voy a reñir como me hagas una foto con el móvil”, pero acabe sonriendo y no se crea de que me gusta cómo sale en las fotos porque dice que siempre sale con los ojos cerrados…

    Como veis necesito resetear, esperar a que llegue ese día en que, cuando abra la puerta de mi casa, no piense que va a estar dentro… para volver a dirigir mis energías mentales a mi blog, y  hacia todas las cosas que me interean y que son las cosas que sustentan este blog,  de lecturas, militancia y frikadas varias…

    Os dejo esta canción de Rosana… los deberes que tengo que hacer.

    miércoles, 3 de noviembre de 2010

    Lo que tiene sentarse a cenar con Heidi Metal

    Vale, para quien no lo sepa, Heidi Metal  y yo curramos juntas…. jajajjaa y eso es muy peligrosoooo¡¡¡ porque claro, ella dice que no es una friki empedernida, yo digo que sí y que, además, me de unas cuantas vueltas, bueno que sobre este tema seguimos discutiendo (pero ganaré yo seguro jajajaj). Lo dicho que nos sentamos a cenar, empezamos a hablar de películas de terror, de ahí a las películas de zombis y de ahí, le propuse directamente un proyecto sobre escribir un relato de zombis en conjunto… lo mejor de todo ¡ que me dijo que sí! Así que de aquí al lunes tendréis una nueva frikada en conjunto ¿A que mola eh?

    Pues ya os contaremos en sucesivos capítulos, oséase, posts¡¡¡

    miércoles, 20 de octubre de 2010

    Leyendo y leyendo

    Lo mejor de los libros… que por unas horas sales de tu rutina, que te llenan la cabeza de cosas.. que te distraen… Después de Cien años de soledad, sigo con mis libros: La elegida de la muerte, una novela de una chica española joven, muy prometedora y que no está nada mal. Sigo con la saga de Geralt de Rivia un brujo que recorre pueblos y ciudades matando y lidiando con seres mágicos…éste tiene su punto y le hace guiños a los cuentos tradicionales, de una manera muy divertida. Luego me esperan un par de libros de temática lésbica y activista, para reciclar antes de que empiece la movida de este año. Leer y escribir, y ausentarme durante un rato de esta vida mía que a veces, no la entiendo ni entiendo lo que me rodea y me cansa  y me agota…

    jueves, 14 de octubre de 2010

    Luciérnagas en mi casa

    (Aún me quedan cajas por recoger, abro una, saco libros, los ordeno en las estanterías por orden… la fantasía en el salón, también la temática feminista. La ciencia ficción en la habitación junto a la literatura universal, la poesía que tiene sus propios estantes, y la filosofía, más sobria pero no por ello más importante. Mis soldados, monstruos, dragones y un hada muy moderna, con un tatu en el brazo, se han ido al salón, ocupando su espacio, poniéndose cómodos entre una vitrina y unos estantes chulísimos hechos en la pared por mi casera, seguro que se mueven, que cambiarán de sitio de vez en cuando, corriendo y viviendo sus aventuras mientras yo duermo, a veces con los ojos abiertos como platos, me acompañarán en mis viajes, sin moverme de la cama…) Una casa como la habitación que sale del vídeo, que juega e inventa sus propias historias. Se nota que me gusta este vídeo y esta canción ¿Verdad?
    Banda / Artista : Owl City
    Nombre de la Cancion Traducida: Luciernagas

    Luciernagas


    No creerías en tus ojos
    si diez millones de luciérnagas
    encendieran el mundo mientras me quedaba dormido.
    Porque ellas llenarían el aire libre y dejarían lágrimas en todas partes,
    creerás que soy un ordinario
    pero yo sólo estaría de pie y miraría fijamente.
    Me gustaría convencerme
    que el planeta Tierra gira lentamente, es difícil decir que yo prefiero quedarme
    despierto cuando estoy dormido
    porque las cosas no son lo que parecen.
    Porque conseguiría mil abrazos
    de diez mil luciérnagas
    mientras ellas intentaran enseñarme a bailar.
    Un cómic encima de mi cabeza,
    un foxtrot bajo mi cama,
    una bola de disco colgando de un hilo.
    Me gustaría convencerme
    que el planeta Tierra gira lentamente, es difícil decir que yo prefiero quedarme
    despierto cuando estoy dormido,
    porque las cosas no son lo que parecen cuando estoy dormido.
    Deja mi puerta entreabierta
    (por favor, sácame de aquí)
    porque me siento como un insomne (por favor, sácame de aquí)
    por qué me canso de contar ovejas?
    (por favor, sácame de aquí)
    cuando estoy tan lejos del sueño.
    Para diez millones de luciérnagas
    soy raro porque odio las despedidas
    mis ojos se empañan mientras se despiden.
    Pero sabré dónde están
    si mis sueños se hacen extraños
    porque he guardado unas cuantas y las conservo en un frasco.
    Me gustaría convencerme
    que el planeta Tierra gira lentamente,
    es difícil decir que yo prefiero quedarme despierto cuando estoy dormido,
    porque las cosas no son lo que parecen cuando estoy dormido.
    [x2]
    Me gustaría convencerme
    que el planeta Tierra gira lentamente,
    es difícil decir que yo prefiero quedarme
    despierto cuando estoy dormido,
    porque las cosas no son lo que parecen, cuando estoy dormido.
    Me gustaría convencerme
    que el planeta Tierra gira lentamente,
    es difícil decir que yo prefiero quedarme despierto cuando estoy dormido,
    porque mis sueños
    parecen cobrar vida.
    You would not believe your eyes
    If ten million fireflies
    Lit up the world as I fell asleep
    Cause they'd fill the open air
    And leave tear drops everywhere
    You'd think me rude but I would just stand and
    Stare
    I'd like to make myself believe
    That planet Earth turns, slowly
    It's hard to say that I'd rather stay awake when I'm asleep
    Cause everything is never as it seems
    Cause I'd get a thousand hugs
    From ten thousand lightning bugs
    As they tried to teach my how to dance
    A foxtrot above my head
    A sock-hop beneath my bed
    The disco ball is just hanging by a thread
    (Thread, thread...)
    I'd like to make myself believe
    That planet Earth turns, slowly
    It's hard to say that I'd rather stay awake when I'm asleep
    Cause everything is never as it seems
    (When I fall asleep)
    Leave my door open just a crack
    (Please take me away from here)
    Cause I feel like such an insomniac
    (Please take me away from here)
    Why do I tire of counting sheep?
    (Please take me away from here)
    When I'm far too tired to fall asleep
    (Ha-ha)
    To ten million fireflies
    I'm weird cause I hate goodbyes
    I got misty eyes as they said farewell
    (Said farewell)
    But I'll know where several are
    If my dreams get real bizarre
    Cause I saved a few and I keep them in a jar
    (Jar, jar, jar...)
    I'd like to make myself believe
    That planet Earth turns, slowly
    It's hard to say that I'd rather stay awake when I'm asleep
    Cause everything is never as it seems
    (When I fall asleep)
    [x2]
    I'd like to make myself believe
    That planet Earth turns, slowly
    It's hard to say that I'd rather stay awake when I'm asleep
    Because my dreams are bursting at the seams
    autor:

    domingo, 10 de octubre de 2010

    El efecto Macondo

    Llega el otoño y el cuerpo me pide leer la gran obra de Márquez, Cien años de soledad. La novela que, desde que la descubrí cuando tenía quince años, no dejé de leer todos los años, cuando se caen las hojas, el calor y la luz se va acortando y la garganta se va enfriando y vas cambiando las camisetas de manga corta por las largas y un día te pones una chaqueta fina y cambiando, cambiando, llegas al chaquetón y  la bufanda, un cambio gradual pero como pensaba Úrsula, no es un cambio sino que el tiempo gira y gira sobre sí mismo…

    Siempre hablé de mi pueblo natal, El Entrego, como mi Macondo personal y es que allí también existe el realismo mágico. Si me pusiera a hablar de las pruebas palpables de que esto es así, acabaría por escribir cuatro tomos de todos los hechos que me han llevado a pensar que es así. No lo contaré todo porque si os remitís a los primeros post de este blog, cuando hablo de mi infancia y de mi adolescencia, se ven las pruebas….

    http://ciudaddesal.blogspot.com/2010/06/el-bosque-de-la-memoria.html, aquí aparecen muestras del realismo mágico…

    También aquí…http://ciudaddesal.blogspot.com/search/label/pensamientos

    http://ciudaddesal.blogspot.com/2008/12/macondo.html  y éste que también se titula Macondo…

    En Macondo siempre hacía calor, parece que el tiempo no pasa, y así me sentía yo en mi Macondo. Todo en el mismo sitio, las mismas conversaciones. Un lugar donde nacer, crecer, casarse, reproducirse, divorciarse, volver a casarse, seguir reproduciéndose y volverse como Úrsula, Rebeca o Amaranta. Donde las pasiones son como las desatadas por Pietro Crespi y con el mismo final. Donde José Arcadio Buendía viajaba, primero físicamente, buscando el mar y encontrándose ciénagas, e intentando construir caminos para conectar el mundo con aquel pueblo y luego viajando en su cabeza, llegando a la conclusión de que el mundo era redondo. Y los habitantes de mi Macondo son también internacionales, viajan, conocen otros lugares y vuelven o sueñan con volver a la cadena empezada en mi Macondo y que no pueden romper nunca… Esperando la llegada de los gitanos, esperando la llegada de internet, de los avances tecnológicos, de las nuevas modas….

    Cuando vivía en Macondo sólo tenía que observar las montañas que lo encierran para inventar lo que existía más allá, llegaba a la luna, me recreaba en selvas, en mares, en lugares que en realidad no existían… y llegué a la conclusión de que tenía que irme. Irme para, aunque no deje de soñar nunca, abrir la mente, ver otras cosas y otras personas con otras inquietudes que fueran más allá de la cadena de vida-muerte. Es un sentimiento de amor-odio. Amor porque mi familia vive allí, porque muchas de mis amigas y amigos viven allí, y de odio porque parece que el mundo exterior existe sólo por la tele y por internet. Ahora entiendo, después de quince lecturas, la locura de José Aureliano Buendía, la vuelta del coronel Aureliano a su casa y a sus pescaditos, la muerte de Pietro Crespi, el encierro de Rebeca y tantas cosas de esta novela, que aunque siga leyendo hasta completar los cien años de soledad, releeré como la primera vez, descubriendo nuevos detalles y más matices…. y seguiré dedicándole posts... hasta que pasen cien años.

    cienañosdesoledad

    domingo, 3 de octubre de 2010

    ¡¡Esta mudanza merece un post¡¡¡

    Hoy, por fin, pude hacer la última mudanza del año (espero¡¡) hice una llamada general, no a las barricadas, sino para las cajas y llegaron Su y Vero, MyM, MUCHAGENTE también vino, Iván (vete acostumbrándote a que te llame cuñao jaja) y Elena, y como no¡¡¡ la yogurina de la Caleya, Letiiiii. Durante el transcurso de la noche anterior fui perdiendo a gente por el camín, a Vane que se iba a duchar… y llegó a las dos de la tarde, con carina de dibujo manga, pidiendo que nos fuéramos a comer, ¡Encima con prisas! jajaja y Anina, que la dejé en su casa, tumbada en en la cama, mientras desayunábamos su hija pequeña y yo un donuts con un colacao… en fin, daños colaterales de la noche, que últimamente está por confundirnos un poquitín bastante jajaja.

    No fue una mudanza al uso, me faltaban cosas por recoger, porque claro mi idea era retirarme el día anterior temprano para madrugar y terminar de empaquetar cosas… y llegué del colacao y del donuts con el tiempo justo para ducharme y estar preparada para cuando llegara todo el mundo.. así que hay nos repartimos cosas, y cuando llegué a mi piso nuevo… tenía la ropa colocada en los armarios¡¡¡ y bien colocada no como la pongo yo¡¡¡¡ oleoleole¡¡¡al tanto de las cosas que me hacen falta (como más bragas) y que a lo mejor no necesito tantos calcetines, sobre todo los que están sin casar…algo de que tengo unos pantalones muy largos que no pueden ser míos, que ni idea, no tengo constancia de tener unos pantalones que no me valgan, y chaquetas algunas enormes y otras pequeñas ¿Será mi ropa?

    ¡Y mis muñecos ya listos para embarcarse en nuevas aventuras por las noches, corriendo de habitación en habitación, escondiéndose en la cocina, librando batallas campales en la bañera y acompañándome en los caminos fantásticos de mis sueños!

     

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    Escogí esta casa porque aún vacía es muy acogedora, pero que mis amigas me hayan ayudado con la mudanza con tanto mimo y tantas ganas han hecho que todavía fuera más acogedora y que no llegara a una casa llena de cajas sino a  un hogar…

    ¡MUCHAS GRACIAS PANCHASSSSSS!

    miércoles, 29 de septiembre de 2010

    ¡Hay que mojarse!

    (Extracto de un poema de Vicente Aleixandre)

    No es bueno
    quedarse en la orilla
    como el malecón o como el molusco que quiere calcáreamente imitar a la roca.
    Sino que es puro y sereno arrasarse en la dicha
    de fluir y perderse,
    encontrándose en el movimiento con que el gran corazón de los hombres palpita extendido.

    Entra despacio, como el bañista que, temeroso, con mucho amor y recelo al agua,
    introduce primero sus pies en la espuma,
    y siente el agua subirle, y ya se atreve, y casi ya se decide.
    Y ahora con el agua en la cintura todavía no se confía.
    Pero él extiende sus brazos, abre al fin sus dos brazos y se entrega completo.
    Y allí fuerte se reconoce, y crece y se lanza,
    y avanza y levanta espumas, y salta y confía,
    y hiende y late en las aguas vivas, y canta, y es joven.

    Vicente Aleixandre
    De Historia del corazón.
    Editorial Espasa-Calpe.

    domingo, 26 de septiembre de 2010

    Mis manos

    Hoy me apetece hablar de mis manos. Son como el resto de mi cuerpo, pequeñinas y regordetas. Son más anchas que largas y mis dedos son gruesos, aunque no demasiado. Me gustan mis manos porque saben acariciar y acercarse a  las personas justo en el momento y en la forma en que lo necesitan. Posar la mano en la espalda, para demostrar el cariño y la complicidad. La mano en el brazo para decir ¡Eh que estoy aquí, no te olvides de mí!, abrazar con las manos y con los brazos y por alargamiento, con todo el cuerpo. Las manos son el mejor preludio, la carta de presentación de una persona.

    Si tengo las manos metidas en los bolsillos, es que están descansando de una larga jornada de trabajo. Si las muevo, es que necesito reafirmar lo que digo, si las froto una contra otra es que estoy nerviosa, o tengo frío. Si señalo, seguramente estaré explicando algo. Si levanto el pulgar arriba con el puño cerrado significa ¡Vale!.Si tamborileo estoy esperando, si acaricio la superficie de una mesa o de una silla es que estoy pensando a ver si se me ocurre la fórmula perfecta para cambiar el mundo. Si las tengo entrecruzadas es que estoy tranquila.

    También me gustan mucho mis manos porque son como las de mi padre, tienen la misma forma pero más pequeñinas. Los mismos pliegues, la misma tendencia a acercarse a los demás.

     

    También me gustan porque cuando era pequeña y me agarraba de la mano, la mía se perdía en la suya, parecía que iba a perderla entre sus dedos, desaparecía de mi vista, pero cuando daba un traspiés me sujetaban firmes pero suaves. Las manos de mi padre me gustan porque saben hacer pan, darle la forma perfecta a la masa.Amasan y dan forma a las cosas. Crea donde antes no existía nada. Se mueven con la paciencia del que sabe que el trabajo bien hecho exige tiempo y mimo. Yo también aprendí a amasar pan, dar forma donde no la había, hacer lo mismo que con las palabras, crear, inventar, jugar con las formas y las texturas. Lanzar la masa al aire y recogerla y volver a lanzarla y volver a  recogerla. Y me gusta porque el producto final, es decir, el pan, acaba llegando a otra parte del cuerpo que me gusta mucho, ya no la mía, aunque no tenga nada en contra de ella sino más bien la de los demás; la boca.

    Y me gustan mucho las bocas, labios que se aprietan preocupados, sonrisas alegres, carcajadas abiertas en  A, con la ironía de la  E, picaronas  como la I, jocosas como la O, extrañas y poco frecuentes como la U. Bocas que exhalan palabras que no van acompañadas la mirada. Y si la mirada no apoya lo que la boca dice…

    Bocas que se preocupan, que te besan, que te prueban…

    Bocas que mastican el mundo, que aspiran el humo de un cigarro, que prueban tartas, que suspiran, que besan (aunque también se puede besar con la mirada). Labios gruesos y jugosos que nunca te cansan, labios finos que no muestran todo su poder hasta que los pruebas…labios que de repente se entreabren y enseñan una hilera de dientes que te quitan la respiración…

    Pero volviendo a la principio:

    Me  gustan mucho mis manos…

    amasa

     

    Me basta así


    Si yo fuera Dios
    y tuviese el secreto,
    haría
    un ser exacto a ti;
    lo probaría
    (a la manera de los panaderos
    cuando prueban el pan, es decir:
    con la boca),
    y si ese sabor fuese
    igual al tuyo, o sea
    tu mismo olor, y tu manera
    de sonreír,
    y de guardar silencio,
    y de estrechar mi mano estrictamente,
    y de besarnos sin hacernos daño
    -de esto sí estoy seguro: pongo
    tanta atención cuando te beso;
    entonces,
    si yo fuese Dios,
    podría repetirte y repetirte,
    siempre la misma y siempre diferente,
    sin cansarme jamás del juego idéntico,
    sin desdeñar tampoco la que fuiste
    por la que ibas a ser dentro de nada;
    ya no sé si me explico, pero quiero
    aclarar que si yo fuese
    Dios, haría
    lo posible por ser Ángel González
    para quererte tal como te quiero,
    para aguardar con calma
    a que te crees tú misma cada día,
    a que sorprendas todas las mañanas
    la luz recién nacida con tu propia
    luz, y corras
    la cortina impalpable que separa
    el sueño de la vida,
    resucitándome con tu palabra,
    Lázaro alegre,
    yo,
    mojado todavía
    de sombras y pereza,
    sorprendido y absorto
    en la contemplación de todo aquello
    que, en unión de mí mismo,
    recuperas y salvas, mueves, dejas
    abandonado cuando  -luego-  callas...
    (Escucho tu silencio.
    Oigo
    constelaciones: existes.
    Creo en ti.
    Eres.
    Me basta.

    miércoles, 22 de septiembre de 2010

    Capítulo 1-II

    He decidido crear otro blog sólo para esta historia, porque es muy larga y esas cosas, pero tiene acceso restringido. He mandado invitaciones a Morgana, Su y Susana. Si alguien más está interesada que me mande su correo al mío vale?y la invito. La razón es que estoy viendo que hay muchas publicaciones de literatura fantástica española, que me parece estupendisisisisimo, pero no quiero que nadie se aproveche de este blog y aparezca dentro de unos meses esta historia publicada por alguien que no sea yo ajajajaa que para eso soy la madre de la criatura¡¡¡¡Así que este es el último post sobre Labrys en este blog.

     Les pido a las profesoras, lectoras de afición y vamos todas las que veáis gazapos… que me lo digáis¡¡¡¡¡ no es el primer relato en el que hago desaparecer a un personaje principal así sin más y eso no queda bien…



    Poco a poco pudo moverse. Tuvo que aprender a caminar y a sujetar las cosas. El techo y la ventana que veía se convirtió en una amplia choza llena de hierbas aromáticas y una chimenea que calentaba la casa.
    La anciana, de nombre Solana, trabajaba por las mañanas en el huerto y atendía a su invitada al caer la tarde. Le masajeaba la espalda y el cuello y limpiaba su piel rasgada por los huesos rotos. Le dolían todas las articulaciones y pronto se agotaba, pero no dejó de empeñarse en volver a caminar y adquirir fuerzas en aquellos brazos que no parecían suyos.
    - Me llamo Teresa, soy una cazadora amazona y me caí a las cataratas huyendo de unos orcos.- No era  toda la verdad, pero tampoco era mentira.
    Se construyó un arco y unas flechas y comenzó a practicar todos los días, con empeño. Por las tardes ayudaba a la anciana y pronto empezó a cazar pequeños animales en el bosque. Cortaba leña y arreglaba los desperfectos de la choza que la anciana no era capaz de arreglar.
    - Si estás pensando en volver a tu mundo, olvídalo. Las cataratas no pueden escalarse. Deberás conocer la historia del Mundo Bajo.
    - ¿Para qué?
    Aquella era la pregunta que llevaba haciéndose tantos años. Para qué esperaban a una chica que nunca tuvo una casa ni una familia. Para qué esperaban a una mujer en un mundo de Hombres. Para qué esperaban a una persona que tenía tanto miedo a todos los seres a los que se enfrentaba y que no hacía amistad con nadie porque sabía que tarde o temprano acabarían muriendo.
    - Debo irme Solana. Encontraré la forma de hacerlo.
    Junto con sus escasas ropas, Solana había rescatado su espada y comenzó a practicar con ella también. No conseguía superar aquel cansancio  que la hacía sudar enseguida.
    Y así pasaron los meses, recuperándose de sus heridas, al lado de aquella anciana de la que no dudaba que era una bruja, aunque se abstuvo de hacer ningún comentario. Hasta que llegó el día en que comenzó a tallar un nuevo bastón.¿Cuántos llevaba ya? No podía recordarlo, pero sabía que le llevaría tiempo.
    Sacó un tajo de un árbol caído en el bosque. Realizó sus rituales de la Diosa y, aprovechando que había llegado el invierno, el frío y la tranquilidad a aquel bosque luminoso, se dispuso a tallarlo.
    La anciana no le había quitado el ojo de encima desde que había llegado. La paciencia y la fuerza de aquella chica la habían asombrado. Le había costado mucho salvarla de aquella caída. Muchos rituales y mucha energía. Pero merecía la pena. Era la primera amazona que veía. Una amazona de las leyendas que corrían sobre el Supramundo. Tantos años y ahora se encontraba con esta chica. Sabía que aquel encuentro no era casual y decidió no perderla de vista.
    La chica tallaba de noche, a la luz de los rescoldos de la chimenea y aprovechando el sueño de la anciana. No podía desvelar quién era puesto que no sabía cuáles era los poderes que actuaban en el Mundo Bajo y no quería arriesgarse.
    Acarició la superficie pulida del bastón. Y comenzó a tallar, un arco y un caballo para el tiempo que estuvo en Insktar y su mente voló, de nuevo, hacia el mar. Talló un anzuelo como el que llevaba colgado en el cuello y le pareció que el olor a salitre le llenaba la nariz. Le pareció sentir el viento marino, el tacto de  la cubierta del barco de Isadora en la planta de sus pies. Reunió sus recién adquiridos dolores con los que le infligió Ikasandra durante su estancia en Abat. Ikasandra, la mujer más dura que ha conocido. Aún le parecía verla, sentada delante de aquel tablero, moviendo fichas y planteándole qué estrategias utilizaría para matar a sus enemigos. Talló una interrogación al lado del anzuelo, y una manzana.
    Solana la observaba. Su cuerpo dormía y ella observaba desde el techo, con su espíritu. Sabía que estaba asistiendo a un ritual tan importante como inadvertido, puesto conforme la chica iba tallando, su fuerza y su energía interior iba creciendo y haciéndose más poderosa.
    Eres una chica muy interesante, podré viajar a través de ti,  a lugares que nadie de mi tierra ha visto nunca”
    Teresa colocó un leño grande en los rescoldos, mientras el calor le acariciaba la cara.
    Le parecía ver la cubierta del barco de Isadora. A su tripulación atareada, y a ella misma atando cabos.
    Aquella época había sido de tranquilidad. No había piratas en aquellos mares y el lugar al que se dirigían y que ignoraba cuál pudiera ser, parecía tan lejano que nadie se sentía capaz de calcular en cuánto tiempo llegarían. Bárbara aprendió a pescar y a nadar. Isadora la asignó como ayudante de Alba su aprendiz.
    -Harás todo lo que te mande Alba hasta que llegues a Abat.
    Alba tenía su edad y vestía con un jersei a rayas, como los demás tripulantes, y unos pantalones cortos. La chica la miró de arriba a abajo.
    -Tendrás que dejar esa ropa amazona para cuando bajes a tierra, a no ser que quieras coger una pulmonía. –Bárbara carraspeó y Alba sonrió.
    -Ven te dejaré ropa mía.
    La mujer cogió su piedra de afilar y la pasó lentamente por el cuchillo con el que estaba tallando, tomándose tu tiempo y disfrutando de aquel recuerdo.
    Los días en el barco eran trabajo y trabajo. No podía estar un momento quieta puesto que Alba siempre se aseguraba de asignarle un trabajo. Sólo después de cenar, se permitían un respiro y subían a cubierta, si el tiempo lo permitían y se tumbaban a observar las estrellas.
    -Isadora me ha pedido que te enseñe las estrellas.
    Bárbara miraba el cielo plagado de ellas.
    -¿Todas?.-
    Alba sonrió a su lado.
    -No, tonta, sólo las necesarias para no perderte.
    Bárbara sonrió a su vez.
    - La primera que tienes que buscar es Moria, la Estrella Muerta. – Alba extendió su mano hacia arriba.-Estamos pasando justo por debajo, es la que parpadea. ¿La ves?.-
    Bárbara asintió.
    - A la derecha están las gemelas Asir, que se mueven con las estaciones. En primavera están en ….-
    Así transcurrían sus noches. Teresa talló una media luna y varios puntos alrededor. Acarició el anzuelo que colgaba de su cuello.
    A la llegada a Abat, Alba se mostró muy seria.
    -Has llegado, tienes que preguntar por Ikasandra.
    Isadora se despidió con el signo de la Diosa, apoyando la palma de la mano en la  frente.
    La tripulación también se despidió de ella. Pero Alba no acababa de aparecer y se dispusieron a sus quehaceres. Bárbara se quedó allí de pie, mirando la cubierta del barco mientras volvía a colocarse la espada en el cinto. Por fin se dio la vuelta y se dispuso a adentrarse en el muelle cuando sintió algo en su hombro. Alba había aparecido corriendo. Le tendió una manzana y le dio un anzuelo.
    -Son para ti, para que me recuerdes. .-
    -No tengo nada que darte.-
    Alba sonrió.
    -Me has convertido en maestra. Isadora acaba de decirme que alguien que enseña no puede ser aprendiz a la vez. Seré la capitana del barco.
    Bárbara abrió los ojos.
    -¡Eso es fantástico!. – Se acercó a ella para abrazarla, las dos se miraron y se besaron. Bárbara sonrojada, sonrió y agachó la mirada.
    - Vamos cazadora, no me dirás que es la primera vez que besas a alguien….- La mirada que le devolvió la chica hizo que lo entendiera todo. – Pero, pero, ya tendrías que haber pasado los rituales de Beltane, ¡Por la Diosa! ¿De dónde sales?.
    -Me llaman Bárbara, que significa la extranjera. Aún no soy una amazona de verdad.
    Alba sonrió ante la solemnidad de las palabras de su amiga y volvió a besarla ante la sorpresa de Bárbara.
    - Tú tienes un nombre propio y cuando sepas cuál es, nadie se atreverá a llamarte Bárbara.
    Una voz desde la cubierta llamó a la recién nombrada capitana de navío.
    -Tengo que irme.- Sus manos estaban entrelazadas y Bárbara se negaba a soltarla.
    -¿Volveré a verte?-
    - Sólo si nuestros destinos están entrecruzados, cazadora. –Y se fue corriendo.
    Bárbara se quedó allí, intentando recordar cómo se llamaba la mujer a la que tenía que buscar.

    martes, 21 de septiembre de 2010

    Labrys (capítulo 1)

    Hasta ahora hice un esbozo de lo que sería el prólogo de la historia. Una historia que todavía no tiene título… ya iré pensando a ver cuál puede ser. Comienzo la historia. ¿Preparadas?
    Capítulo 1
    El frió hormigueaba por su cuerpo. Sentía sus extremidades como si se encontraran en el otro confín del Universo, como si para alargar una mano, tuviera que recorrer un largo camino. No podía moverse, no oía, no olía y no veía. Intentó hablar, salir de aquella cárcel, y por fin un gruñido salió de su garganta reseca. Aunque no veía, un destello tenue de luz predominaba a lo lejos, luchó por llegar allí y por fin, pudo abrir los ojos. Un techo de paja, un agujero por el que se colaba la luz. Volvió a cerrar los ojos y se abandonó al sueño.
    Abría los ojos a ratos, el agujero pudo identificarlo como una ventana. Un rostro arrugado se acercó a su cara.

    -Todos tus huesos están rotos, así que intenta no moverte.
    “  ¡Todos los huesos!¡ Por la Diosa!”
    Gruñó, luchando por preguntarle a la anciana quién era y dónde se encontraba.
    - Tranquila, es un milagro que sigas viva, así que no tengas tanta prisa.
    La mujer realizó unos movimientos con su mano sobre sus ojos y volvió a dormir.
    Poco a poco, le costaba menos trabajo seguir despierta. No podía mover su cuerpo, y le comenzó a picar la piel. La mujer le introducía una caña en la boca por la que sorbía sopa caliente y dulce.
    -Pronto podré quitarte la escayola. Espero que hayan soldado bien tus huesos.

    La mujer hablaba mientras desaparecía de su ángulo de visión. Solo veía aquel techo de paja. ¿Cuánto tiempo había pasado?
    Oyó un ruido, como si estuvieran rasgando algo. La anciana movía las manos por encima de ella.
    -Te iré quitando la escayola. Sentirás un picor por todo el cuerpo.
    Apenas podía aguantar el hormigueo. La mujer la lavó con un trapo, mientras palpaba las articulaciones.
    -Tardarás unos días en moverte. Es un milagro, un auténtico milagro.
    Y le tapó con una manta.
    La anciana comenzó a moverle el cuerpo cada día. Primeros los dedos uno a uno, los brazos, las piernas y el cuello. Le abrió la boca.
    Una voz ronca salió.
    -¿Dónde estoy?
    - En Estiria.- La mujer seguía moviéndole pacientemente las extremidades mientras se las frotaba con un ungüento.
    Intentó orientarse. Estiria. Le sonaba a nombre de leyenda, no recordaba ninguna tierra conocida que se llamara así.
    La anciana le miró.
    -No te esfuerces, estás en el Mundo Bajo. Llegaste a través de las cataratas de Torn. Eres la primera persona que sobrevive a una caída de casi diez kilómetros.
    La chica tomó aire y lo expulsó lentamente. Estaba metida en un problema muy grande si había llegado tan lejos.

    lunes, 20 de septiembre de 2010

    La historia de Labrys (II)

    Al día siguiente, una comitiva formada por casi veinte hombres, acompañaron la carreta de Romel.

    La niña no recordaba casi nada de aquellos días.

    Tensó el arco y apuntó firmemente a la diana. Roan no le quitaba el ojo de encima, y la niña no debía de fallar. Aspiró profundamente y soltó la cuerda. La flecha se clavó a escasos centímetros del centro.

    -No está mal. Pero sigues cargando el peso sobre los hombros. Sigue practicando.

    Y practicó, durante años, siguió disparando flechas, aprendió a montar a caballo, a cazar en el bosque, a luchar con una espada y con un bastón. Nadie la había vuelto a llamar Naná desde que Roan se la había llevado del castillo del Rey Castor, al que ni siquiera había visto. La llamaban Bárbara, porque no era amazona, no conocía los rituales de la Diosa Libre. Y no se acostumbraba a convivir con mujeres fuertes que no agachaban la mirada ante nadie.

    A los doce años había construido su propia cabaña, y participaba en las cenas comunes alrededor de las hogueras, pero soñaba con su hogar y con Romel. Al principio se quedaba todas las noches mirando hacia el bosque, esperando a que el leñador apareciera para llevársela a casa. Lloraba en silencio, pensando en qué era lo que había hecho tan mal para que su padre la hubiera abandonado con aquellos hombres y mujeres salvajes que iban semidesnudos y que la obligaban a vestir aquella falda tan corta y aquel peto de cuero que apenas contenía su cuerpo que estaba empezando a desarrollarse.

    - ¡Bárbara!. Siempre eres la última en llegar de la caza.- Roan exigió la pieza que la niña traía.

    - Apenas hay caza y la he traído a tiempo.

    - Cuando caces orcos, espero que no tardes tanto, o ellos te cazarán a ti.

    La niña prosiguió su camino sin decir nada, notando las miradas burlonas de los demás adolescentes. Y las miradas impasibles de los adultos. Sarlan se acercó a Roan.

    - Eres demasiado dura con ella. Le exiges el doble que a los demás, dale un respiro, aún le queda mucho camino y apenas habla con nadie.

    -Si el inútil del Rey Castor no la hubiera escondido y permitido que llevara una vida de campesina, ahora no tendría que aprender todo esto. Es inaceptable que a los seis años no sepa montar a caballo. Ni que conozca los rituales de la Diosa Libre.

    -Roan, se crió con los Hombres. Y sabes que las mujeres no pueden hacer mucho. Si le hubieran enseñado esas cosas, no habría pasado desapercibida, que era de lo que se trataba hasta que la amenaza de la Bruja Asir hubiera pasado. Si la hubiera encontrado, le habría arrancado el corazón antes de que los soldados se hubieran dado cuenta, y no me mires así, aquí no hubiera estado a salvo tampoco.

    - Tiene que aprenderlo todo. La guerra llegará pronto y aún no sabemos a todo lo que tenemos que enfrentarnos.

    -Aprenderá. Pero no podemos seguir llamándola Bárbara.

    - Recibirá otro nombre cuando sea una auténtica amazona.

    Roan agachó la cabeza.

    - Pronto tendrá que irse, le enseñaré a tallar su bastón.

    Sarlan suspiró.

     

    -Paciencia Roan, tiene que pasar una prueba muy dura.

    Al día siguiente, Roan le pidió a la niña que buscara un árbol caído seco que no estuviera podre, y le enseñó a sacar un bastón entero, de su estatura más una medida.

    Le tendió su bastón.

    -Mira los dibujos. Cada uno revela una parte de mi entrenamiento, los enemigos abatidos y las batallas que libré.

    La niña giró el palo entre sus manos. El bastón estaba tallado de arriba a abajo.

    -Un bastón no dura para siempre. Cada vez que pierdas uno, tendrás que hacerte otro y tallarlo todo de nuevo. Cada vez necesitarás más dibujos, y será el símbolo de tu poder y de tu fuerza.

    La niña no entendía los dibujos.

    -No necesitas saberlo, tu fuerza y tu poder es sólo tuyo. Y los símbolos sólo debes entenderlos tú. Comienza  a tallar.

    La niña sacó su cuchillo y giró su bastón entre las manos. Talló un arco y una flecha, un caballo, palitos que asemejaban un bosque. Talló todo lo que había aprendido a hacer en Inkstar.

    -¿Has terminado?

    -Aún no.- No quería olvidar a Romel. Y después de pensarlo, talló el hacha con el que Romel talaba los árboles, una de doble fijo, enorme, sencilla pero efectiva, igual de afilada por un sitio que por el otro. La talló en el centro del bastón, grande para cubrir el espacio que le faltaba por tallar. Lo hizo con cuidado y, por lo que vio Roan, con mucho afecto.

    El semblante d Roan palideció.

    -¿Un hacha?.No usamos las hachas en este pueblo.

    La niña soplaba para quitar las virutas de la madera.- No es una lección ni un recuerdo de aquí. Dijiste que no tenía que explicar nada.

    La mujer asintió.

    “Ésta es la primera señal, pronto reclamará su auténtico nombre”

    domingo, 19 de septiembre de 2010

    Mi primera película en 3D

    Esta tarde fui con mi compi Noe a ver Resident Evil Ultratumba, la primera película que veo en 3D. Para quienes no les gusten las películas de zombis, ni las que están basadas en videojuegos, ni las de acción, ni las que tienen unos efectos especiales buenísimos, esta película no les dirá nada. Si además la ves en 3D, las gotas de sangre parecen que caen encima de tu nariz, que cuando Milla Jovovich da un brinco a lo Matrix, se sale de la pantalla y parece que va a caerse en tu regazo… la caña¡¡¡ para repetir¡¡¡¡

    Ultratumba es la cuarta película de Resident Evil, con un final abierto por lo que habrá una quinta… a la que tendrán que darle otra vuelta de tuerca, pero ¿sabéis qué? que mientras los zombis asolen el mundo y quieran comerse a los que sigan vivos, seguiré viendo este tipo de películas.

    (como siempre, no os la recomiendo, a no ser que seáis un@s frikis empedernid@s)

    Aquí podéis ver su site en internet, con fotos, trailers…http://www.sites.sonypicturesreleasing.es/sites/residentevil_site/

    residentevil1 residentevil2

    domingo, 12 de septiembre de 2010

    La historia de Labrys

    (Adelanto un prólogo-borrador a la historia de Labris. En la literatura fantástica, se suelen comenzar las novelas con un prólogo en el que se adelanta o explica las circunstancias en las que se va a desarrollar la historia o las de los protagonistas. Es una manera de comenzar a ambientar la historia sin enrollarse mucho. A veces aparece en forma de lectura narración de alguna profecía, visita a un oráculo… un anciano cuenta la historia en flash-back)

    -¡Naná!- El grito recorrió el bosque y llegó a oídos de la niña, que intentaba por todos los medios no hacer ruido para que la descubrieran. Aguardó, aunque sabía que aquella voz no admitía esperas.

    - ¡Naná! ¡La cena está lista!.-

    La niña escuchó más voces llamando a sus amigos.

    -¡Oriestes!¡A cenar!.-

    -¡Candela! ¡La cena se te va a enfríar!.- Poco a poco, pequeñas figuras fueron saliendo de sus escondites, removiendo los arbustos, bajando súbitamente de los árboles. Naná se había refugiado en el hueco del tronco de un árbol seco y caído hacía muchos años.

    -¡Has perdido, Candela!.- Los niños se dirigieron corriendo por la senda en dirección al pueblo.

    -¡Mañana seguiremos jugando!- Naná intentaba sobrepasar a sus amigos corriendo y corriendo, riendo y saltando.

    -¡Mañana!¡Mañana!- Canturreaban los gemelos Aran y Eran, mientras se restregaban las narices con las mangas de sus camisas raídas.

    Naná fue sacándoles la lengua a sus amigos a medida que iban entrando en sus casas. La suya era la última, la más resguardada y la más segura de todo el pueblo.

    El hombre avivaba el fuego en la chimenea con un palo.

    - Naná, siempre tengo que llamarte. Sabes que tienes prohibido estar en el bosque tan tarde.

    La niña se secaba las manos con un trozo de tela.

    -Pero Romel, ¡Iba ganando! Erlan nunca es capaz de encontrarme aunque le esté haciendo burla delante de sus narices.

    El hombre colocó el puchero directamente encima de la mesa y sirvió el plato de la niña con sus grandes manazas.

    - Un día será un orco, o un ogro, o algo peor quien te encuentre y acabarás siendo servida en un puchero como éste. -

    La niña comió rápido, intentando aplicarse en las normas de educación que Romel le enseñaba.

    Una señorita no puede sorber la sopa haciendo ruido, ni comer con la boca abierta, ni darle vueltas a la carne entre las manos como si fuera un trozo de bosta. estas cosas se las repetía contínuamente. Has de comer como si comieras en compañía de reyes, damas y caballeros. Y la niña reía.

    - Nunca he visto a ningún rey, ni a caballeros, ni siquiera a un soldado.

    El hombre sonreía.

    - Eso no quiere decir que no tengas que estar preparada para vivir en un gran castillo. A la niña no le gustaban esos comentarios.

    - no me llevarás a servir a uno ¿verdad? – La angustia de la niña enternecía al hombretón, al que el paso de los años trabajando como leñador y el tiempo que había estado cuidando de aquella niña estaba empezando a ablandarse.

    - Si sigues cumpliendo con tus tareas y no pasas tanto tiempo en el bosque, a lo mejor no tienes que ir. –El hombre apretó los labios en un gesto de seriedad.

    La niña asintió.

    _No quiero ser la sirvienta de una noble estirada.- La niña comía los trozos de queso que el hombre iba cortando cuidadosamente y colocando en su plato.

    - Si nunca has visto a ninguna ¿cómo sabes que son estiradas?

    -Porque me contaron que a los nobles de niños no los dejan jugar, ni correr por los bosques. Que siempre tienen que sentarse muy tiesos para comer, y que es una falta de educación  el que se note que tienes hambre, aunque sus tripas rujan como leones. Me lo contó Orn.

    -Orn debería dedicarse a ser un buen herrero dándole al martillo y no tanto a la lengua. – Anotó mentalmente que tendría que hablar con aquel hombre, para prohibirle hablar así de los nobles. No soportaba a los soldados que no respetaban a sus superiores.

    La niña recogió los platos, a duras penas llegaba a la mesa, los limpió y se acostó, mientras Romel revolvía los rescoldos de la chimenea. La niña se acostó en su jergón y se tapó con su vieja manta. El hombre se la colocó y le revolvió el pelo.

    - Que la Diosa proteja tu sueño. Que las magas te enseñen los colores de la vida. Que las hadas te cuenten historias alegres para dormir. Que las oscuridad no ahogue tu luz. Que duermas en paz, Naná. – El hombre colocó la palma de la mano en la frente de la niña. Y se dirigió a su jergón.

    - Romel.-

    - Duerme Naná, mañana tienes que ayudarme con la carreta.

    -Solo una pregunta y me dormiré. Los ogros y los orcos no existen ¿verdad? Son sólo cuentos para que nos durmamos y no nos perdamos en el bosque ¿Verdad?

    El hombre metió la mano debajo de su jergón y buscó el tacto conocido del cuero de la empuñadura de su espada.

    -Ojalá no existieran Naná. Y ahora duérmete por la Diosa, o juro que mañana mismo te llevo a la Baronía a servir.

    La niña cerró los ojos, nunca había visto un troll y no quería verlo nunca.

    El hombre dejó descansar su mano sobre la empuñadura.

    -Ojalá no existieran, Naná- Se dijo para sí- Y ojalá fueras una campesina de verdad. Desearás haberte ido a servir antes de irte a Inkstar. Mañana será el gran día, y no volverás a jugar en el bosque, ni me ayudarás con los árboles nunca más. Y yo dejaré de ser leñador y volveré a ser el capitán Romel, dejaré de ser tu guardián, Naná, sabrás que no soy tu padre y no te gustará. Se permitió que una lágrima rodara por su mejilla. Aún no llegas con los brazos a la mesa y te llevarán a cumplir tu destino Naná.  El hombre suspiró. Y, Naná, sabrás que  en realidad, no te llamas Naná.

    jueves, 9 de septiembre de 2010

    Sobre pasar la tarde en la Cuesta del Cholo con las primas o que te enseñen a decir “que no tienes APETITO”

    Ja, ja no sé si parece más una historia sobre quedadas con chonis o sobre el encuentro de una familia numerosa para pasar la tarde¡¡¡

    En realidad fue un cafetín que nos tomamos Marcelilla y yo en la Cuesta del Cholo (el bar es que se llama así, un nombre muy choni). Las primas eran de esa “familia bolleril” que siempre nos encontramos, por suerte, allá donde vayamos, y lo del APETITO así en mayúsculas, abriendo la boca mucho jajaja… es una lección de repris que me dio Marcelilla para guardar en la recámara y usarlas en esas ocasiones en las que  te invitan a comer algo que no te apetece nada…

    Nos pusimos al día, la verdad es que hablar, hablar, lo que se dice hablar tranquilamente, nunca habíamos hablado. Caleyeando es difícil porque estoy pendiente de las mesas, sólo me da tiempo a preguntarle qué tal están, a ella y a MyM, llevarles la comida, aplaudir por su buen gusto para escoger platos y volver al curro, aunque siempre nos da tiempo a echarnos unas risas y cuando no caleyeamos, solo nos reunirnos en ocasiones en las hay mucha gente… como partidos de fútbol, caleyeras us santeras, ver una final de un mundial que a mi ni plin ni plan pero como hay que socializar pues ala… un viaje a Foz divertídísimo…

    Y hoy nos sentamos, con un sol prestosín, viendo pasar a las “primas” y hablamos y nos reímos…me preguntó que qué tal estaba…una pregunta que últimamente me cuesta responder, le conté las cosas que me estaban pasando, me contó las cosas que le pasan a ella…en fin que conocí un poco más a esa tía divertida que cuando viene a caleyear  revuelve a camareras, cocineras e incluso client@s  con sus comentarios y sus risas, con sus piropos y sus respuestas. Siempre sonriente y que hace que te rías incluso antes de llegar a la mesa porque sabes que algo va a decir seguro¡¡¡.

    Descubrí que también sabe ser muy seria con las cosas de la vida, que sabe escuchar y  alegrarte la tarde contándote cosas y con su manera de hablar… Marcela,  deberías venir con receta médica guapa¡¡¡¡

     

    GRACIAS MARCELA¡¡¡¡

    chicas (la rubia alta es Marcela…y la morenaza yo¡¡¡ jajajja, un poco más bajita eso sí¡¡)

    ( Por cierto sigo dándole vueltas al blog…es que con tantas cosas que le puedes poner no me decido¡¡¡)

    domingo, 5 de septiembre de 2010

    Si me necesitas, llámame

    Os la dedico a tod@s, ha sido la frase que más escuchado este mes…

    Escucha, cariño
    No hay montaña tan alta
    Ni valle tan bajo
    Ni río tan grande
    Si me necesitas, llámame
    No importa dónde estés
    Ni la distancia
    No te preocupes,
    Sólo tienes que gritar mi nombre
    Y allí estaré en un instante
    No tienes de qué preocuparte
    [Estribillo]
    Porque, cariño,
    No hay montaña tan alta
    Ni valle tan bajo
    Ni río tan grande
    Que me impidan llegar a ti
    Acuérdate del día
    que te dejé marchar
    Te dije que siempre podrías contar conmigo
    Desde ese día, me hice una promesa
    Estaría allí cuando tú me necesitaras
    como fuera
    [Estribillo]
    Ni viento, ni lluvia
    Ni el frío del invierno
    Nada me puede parar
    Porque tú eres mi meta
    Si estás en apuros
    Llegaré en un instante
    Sólo tienes que pedírmelo
    Mi amor está vivo
    Muy dentro en mi corazón
    Aunque estemos separados por muchos kilómetros
    Si necesitas una mano amiga
    Llegaré en un instante
    Tan rápido como pueda
    [Estribillo]
    Canción: Ain’t No Mountain High Enough
    Compositor: Nickolas Ashford/Valerie Simpson
    Intérprete: Marvin Gaye y Tammi Terrell

    miércoles, 25 de agosto de 2010

    Carta Urgente

    No tengo palabras que decir, por una vez me quedo callada. Pero hay una persona que siempre sabe como decirlo todo… por eso me gusta tanto, porque siempre es capaz de ponerle palabras a mis vacíos.

    martes, 24 de agosto de 2010

    ¿A dónde irán los besos?

    Durante más de cuatro años me enseñaste y casi me obligaste a no decirte nunca “adiós” cuando te ibas o yo me iba, siempre me corregías y me decías “hasta luego”… y cuando me olvidé de los “adioses”, cuando ya creía que jamás diría ninguno, tú me dijiste uno, uno sólo que cerró la puerta para siempre…

    miércoles, 18 de agosto de 2010

    Donde viven los monstruos

    (ahora sí que se puede montar un poco de lío, hay que darle al stop de la radio, a la derecha y un poco más abajo a la radio del post de la molinera, si no se acoplan todas las canciones)

     

     

    Una historia indescriptible. Donde existe el vacío aparecen monstruos, donde no aparecen palabras, se crea un mundo entero donde un niño aprende a entender lo que siente y lo que piensa.

    Aparece una isla allí donde los sentimientos no se expresan. Un niño que se hace rey de los monstruos, que son mucho más grandes que él y que, sin embargo, se dejan llevar por un pequeño ser que llega a su isla cuando ellos ya no son capaces de entenderse entre ellos.

    Una película llena de simbolismo…., de poesía, de dolor, de silencios, de desiertos, de mundos construidos con ilusión….

    martes, 17 de agosto de 2010

    Vacaciones Santillana¡¡¡

     

    Ya lo sé… hace mucho que no escribo pero es que estuve aquí¡¡¡

    http://www.alesway.com/lang/es/archives/3431

    En la mejor compañía, buenos manjares umm que rico todo¡¡¡ poniendo caras raras en los videos¡¡¡ y muerta de la risa¡¡¡