Yo también soy osa, bueno, ositina, pero como el tamaño en esto, sí que no importa, pues osa. Ala¡¡¡ a arrascalaaaa¡¡¡¡
Yo también soy osa, bueno, ositina, pero como el tamaño en esto, sí que no importa, pues osa. Ala¡¡¡ a arrascalaaaa¡¡¡¡
a disco ball is just hanging by a thread.—>una bola de disco colgando de un hilo.I'd like to make myself believe-------->Me gustaría convencerme
Éstas son Guizmo y Amélie, los nuevos componentes de nuestra familia. Son como nosotras, pequeñinas y timidinas jejejje. No sabemos si serán rizosas también, bueno de hecho no sabemos cuál es su sexo aún, habrá que esperar…
Ya está montado el vídeo sobre las jornadas que realizamos en noviembre¡¡¡ qué fuerte¡¡¡
Os recomiendo que escuchéis atentamente puesto que, lo que hablan las ponentes y talleristas es la agenda actual sobre las lesbianas en el movimiento LGTB…. y salgo yo jajaja: hablando en público¡¡¡ eso sí que es fuerte¡¡¡
http://xega.org/xega/tv/xega/jornadas_de_politicas_lesbicas_felgtb_2009
Si la luna se quedara al paro
( como tantos otros, en estos
tiempos que corren, nadie te asegura
ni te pagan todas las horas que trabajas)
se quedaría alucinada, pero no
alunizada
ya no podría...
... sería tan extraño....
Andaríamos, los simples mortales, confusos y desorientados.
Sin ninguna razón para alzar la cabeza
hacia el cielo en la noches extrañas.
En esas noches en las que emprendes la búsqueda.
Búsqueda de amores, de amantes, de amigos.
Búsqueda de razones, sin saber razonar
teniendo eso sí, siempre la razón,
nunca estamos equivocados
no sé por qué pero todo el mundo
parece tener siempre la verdad.
La búsqueda que te acaba
devolviendo a casa derrotada, de nuevo por
la soledad y por ese amor nunca saciado.
Búsqueda que encuentra su aliada en la luna.
Pero a la luna se le acabó el contrato
5.000 millones de años, más o menos.
(Bueno menos que más porque ésta es la edad del Universo
la luna como satélite, es lo equivalente en nuestro
sistema familiar a la nieta, una nieta estelar
de alguna oronda y cana estrella, a la que
se le irá la olla y lanzará más que luz, destellos
pequeños guiños a los ojos invisibles
del resto de estrella y planetas)
Quizás, los simples mortales no necesitamos ya de luna.
( Y eso que solo llevamos dos millones y medio de años en la tierra)
Hemos considerado que algo menos que 5.000 millones de años es
bastante. Y que a partir de ahora ya
sabemos ir, llegar, solos a casa. Que
encontraremos nuestros amores a la primera.
( Que nos daremos cuenta de todo)
Y ya no necesitaremos que la luna esté ahí
para que nos devuelva con su luz las
interrogaciones con las que le increpamos.
Lunáticos empedernidos, simples mortales
que como siempre y como nunca
no nos enteramos de nada.
No sabemos de qué va esto de vivir.
Y ya nos cansamos hasta de alunizar.
Y luna buscará una nueva casa.
Se hará un plan de pensiones.
Echará curriculums en las más diversas ocupaciones.
Y se encogerá de hombros, eso sí,
siempre sin decir nada.
Lo bueno de las mudanzas, que encuentras papeles que no recordabas… Esta historia la escribimos entre otras dos chicas y yo para hacer una pequeña representación en el curso de monitorado que hice hace ya… tiempo…jejejje.Se trataba de escribir la historia y luego representarla detrás de una sábana, con luces y sombras. Ésta nos resultó muy fácil, sólo había que recortar una cartulina en forma de hombre, otra de media-luna, otras dos redondas, hinchar y deshinchar un globo y falsear las voces… si es que… yo creo que hice el curso no por trabajar con niños… sino porque yo me lo pasaba pipa…
(Representación- teatro de luces y sombras.
Curso de Monitores de Tiempo Libre.2002-2003
El Turullu )
Había una vez un soñador que todas las noches subía a una montaña a ver a la luna, porque nunca podía dormir. La luna era su obsesión. Unas noches aparecía redonda, llena y brillante, otras ocultaba una parte de su cuerpo y otras, simplemente no estaba.Él siempre se preguntaba: “¿Por qué cambiará tanto la luna?
Una noche Luna bajó a la montaña y le dijo: “¿quieres venir conmigo? Y te contaré una historia.
El soñador aceptó y se subió a lomos de Luna, asombrado.
“Hace millones de años, yo también fui niña. Jugaba, saltaba y reía entre los planetas y las estrellas. (Aparecen dos planetas riñendo a la luna-niña)
Era feliz, mi mundo era el Universo entero. Pero un día la vieja estrella Agamenón empezó a perder brillo y, y , ... se apagó para siempre. (Desinflar un globo)
Y yo me quedé tan triste, tan triste, tan triste que empecé a hincharme y a crecerme y, de repente, me hice mayor. Pero cada poco me acordaba de la vieja Agamenón y me encogía. Así pasaron siglos y nunca llegaba a estar entera del todo. Hasta que un día, vi nacer una estrellita (volver a inflar el globo). Y aquel día me hinché y me puse redonda de alegría.”
El soñador sonrió feliz, y poco a poco fue durmiéndose en brazos de la luna, que le seguía contando la historia del mundo...
Al día siguiente, el soñador se despertó sorprendido: “¿Habrá sido todo un sueño?. Y al anochecer se asomó a la ventanda, su amiga Luna estaba allí e incluso le pareció ver que le guiñaba un ojo.
Te abrí mi corazón para que pudieras leer en él todo aquello que no sale de mi boca. Todo aquello que mis labios no pueden transcribir.
Y empezaste a visitarme casi a diario. Quitándole el polvo y las telarañas a muchas cosas. Te observaba en silencio. Sin decir nada. Seguía muda. Tú cantabas y te reías a carcajadas, mientras sacudías mis dolores, los mullías y los colocabas. Mis tristezas fueron pocas para ti. Te observaba anodada.
Dividiste mis recuerdos entre aquellos que eran vagos y los diáfanos, como un día sin nubes. A los vagos los convertiste en pompas de jabón que cruzaban la habitación y chocaban y rebotaban contra las paredes y aquellos claros, los metiste en rollos de películas, foto a foto, despacio y meticulosamente.
Te seguía con la mirada, fumando y el humo formaba signos de interrogación.
Disecaste pacientemente a todos aquellos y aquellas que un día se fueron sin avisar y sin despedirse y los guardaste en un armario.
Juntaste todas las lágrimas, decías que había mucha humedad en aquella habitación, y ahora, cuando me asomo al balcón de mi alma veo un inmenso mar que se pierde en el horizonte de la esperanza. Bailabas, loca. No acababas de encontrar mis alegrías y felicidades.
Lo ordenaste y limpiaste todo, para tener mi corazón recogidito, pero faltaban las alegrías y te marchitaste.
Y entonces me abriste tu corazón para que pudiera leer en él todo aquello que no salía de tu boca, que tus labios no podían transcribir. Y empecé a visitarte a diario. Quité el polvo y las telarañas a muchas cosas. Tú me observabas en silencio. Sin decir nada. Seguías muda...
(Y así pasaron mil años,ordenando y colocando nuestros pobres corazones.Construyendo mundos cada vez más nuevos. Que vivían y morían en el mismo día. La eternidad del cambio nos acompañaba.
Nuestras alegrías y esperanzas permanecieron escondidas en una minúscula caja, debajo de alguno de los azulejos que cubrían nuestros corazones)