viernes, 16 de abril de 2010

Fantasía

Mi primer recuerdo de esta palabra viene de La historia interminable. Fantasía, el mundo en peligro que sólo un niño podía salvar. Un mundo tan grande que abarcaría todas las regiones posibles, los seres posibles y todas las historias posibles.

La Fantasía es un lugar que los reúne a todos, que se pueden ir creando a partir de la nada. Que se esconde detrás de cada estrella y que aparece en las Lunas Llenas, gritando y aullando. La Fantasía, aunque no existía para mí como palabra, existía debajo de mi cama y detrás de la ventana de mi habitación. La escudriñaba en los tebeos y en los libros de la biblioteca. La veía en el lavadero de carbón  abandonado que presidía mi ventana. Los montes y montañas que rodeaban mi Macondo me contaban historias sobre trasgos y xanas. Cantaban una canción de la Tierra, una sin letra y sin sentido lógico…

Luego llegaron los libros de Fantasía, los elfos, los orcos, los dragones, los caballeros de brillante armadura… princesas pasivas que sufrían por su enamorado presumiblemente destinado a ser la cena de algún monstruo maligno pero que, al final, siempre se salvaba y ya de paso salvaba a la princesa y a todo el mundo…

Y mis sueños se poblaron de esos monstruos, de aventuras en las que yo era la prota. Cuando jugaba con mis amig@s yo era la heroína que con sudor acababa  con todos los seres horripilantes… Cuántas veces me pilló mi madre, mirando embobada al aire, con un libro resbalando entre las manos y yo estaba lejos… lejos en alguna montaña luchando con algún dragón o contándole chistes a un gnomo poco dado a los chistes…

La mirada embobada aún persiste, me quedo mirando mis muñecos haciendo viajes por un mundo, inventado y creado…

 

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mujer3

1 comentario:

Hasta los pelos dijo...

Y sigue así, no cambies nunca. No dejes que el mundo adulto apodere tus mundos paralellos.
Besos pancha!!!